Los aditivos para motor prometen mejorar el rendimiento del aceite y alargar la vida útil del motor, pero ¿realmente valen la pena o son solo un gasto adicional?

En este artículo te explicamos cuándo es conveniente usarlos, qué beneficios pueden aportar y qué riesgos debes tener en cuenta antes de incluirlos en tu mantenimiento.

¿Qué son los aditivos para aceite de motor?

Los aditivos son compuestos químicos diseñados para mejorar o modificar las propiedades del aceite. Vienen en presentaciones líquidas o concentradas, y se agregan al cárter para complementar la acción del lubricante principal.

  • Detergentes y dispersantes: ayudan a mantener limpio el motor evitando depósitos y lodos.
  • Modificadores de fricción: reducen el desgaste interno.
  • Aditivos antidesgaste: como el zinc (ZDDP), protegen superficies metálicas.
  • Antioxidantes: prolongan la vida útil del aceite al evitar su descomposición.
  • Acondicionadores de sellos: restauran empaques secos o dañados.

¿Cuándo es útil usar aditivos?

El uso de aditivos no es obligatorio para todos los vehículos, pero puede ser beneficioso en situaciones como:

  • Motores con alto kilometraje que presentan desgaste interno o pérdida de compresión.
  • Vehículos antiguos o clásicos, donde la formulación moderna de aceites puede no ser suficiente.
  • Ambientes extremos: conducción en climas muy calurosos, tráfico pesado o pendientes constantes.
  • Consumo excesivo de aceite o fugas menores.

Beneficios reales de los aditivos

  • Protección extra contra el desgaste
  • Reducción de fricción y ruido en motores antiguos
  • Limpieza interna del motor
  • Menor consumo de aceite en algunos casos
  • Prolongación de la vida útil del lubricante

Pero no son una solución mágica: si el motor está gravemente dañado, los aditivos no lo repararán.

Riesgos y precauciones

  • Interferencia con la fórmula del aceite: los aceites modernos ya incluyen aditivos en proporciones controladas.
  • Sobretratamiento: puede alterar la viscosidad o provocar depósitos.
  • Pérdida de garantía del fabricante si se usan productos no recomendados.
  • Soluciones temporales que pueden ocultar problemas mayores.

Los aditivos para aceite pueden ser una buena herramienta si se usan en las condiciones adecuadas. No son necesarios para todos los motores, pero en vehículos antiguos o con desgaste, mejoran el rendimiento y alargar la vida útil. La clave está en elegir productos de calidad y no sustituir el mantenimiento regular.

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