El refrigerante es un fluido diseñado para mantener los motores a una temperatura adecuada, evitando el sobrecalentamiento y la congelación, al tiempo que lubrica y protege los componentes del sistema de refrigeración. Su formulación, que puede ser a base de etilenglicol o propilenglicol, también contribuye a prevenir la corrosión en las partes metálicas del motor, garantizando un rendimiento óptimo y una vida útil prolongada para el vehículo.